La vida en obras


LA VIDA EN OBRAS


Durante uno de mis escasos viajes en soledad, asistiendo a un momento para mí único y probablemente -no, seguro- irrepetible, sin una cámara a mano, mi sonrisa de idiota desapareció. Enturbiado mi entusiasmo inicial por una desconocida sensación de vacío, ya sólo podía pensar en la desesperación de no haber compartido aquel momento, ni siquiera en diferido y enlatado, con aquellos que me ayudaron a llegar hasta allí y que en ese momento se encontraban a miles de kilómetros de mí. After but before quiere reparar en parte este eterno sentimiento de culpa del viajante, compartiendo documentos fotográficos, vídeos, ideas, textos, relatos...Cada uno conforma una pequeña viga, un ladrillo, un gramo de argamasa de un edificio a medio construir que difícilmente quede concluso.

Espero que lo disfrutéis


Zantonio

domingo, 24 de octubre de 2010

Leyendas que me cuento

Yo tengo mis propias versiones, no quiero las que me cuentan. Quiero imaginar que un mar debe su nombre a aquel pobre espantapájaros enamorado de la bella primogénita del poderoso Señor de Belem, nadando hasta su dispersión al rescate de la ninfa, presa por orden de su estricto padre en la Torre a orillas del Tajo.
Y en vez de creer la prosaica explicación científica sobre la formación de la calzada de los gigantes, o creerme su leyenda, adivinar que aquellas columnas no son basálticas sino de kriptonita y volver a soñar que floto a dos palmos del suelo. Cuando estoy a punto de rozarlo, remonto el vuelo y avanzo siguiendo la tenue línea imaginaria de luces que forman los faros de los automóviles en procesión. Desciendo cansado y me acerco a una ventana que rompe la noche con un insignificante resplandor y él me mira desde la cama y entonces pierdo el equilibrio y desaparezco antes de caer y herirme.
Me gustan mis versiones porque puedo estar en ellas o meterte a ti si me lo pides.

Zantonio

Valladolid Julio 2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario